Paseo Aleixandrino
Recorrido este que, partiendo de la Plaza de España, nos llevará por el centro urbano siguiendo los pasos de Vicente Aleixandre.
Empezamos nuestro paseo en la plaza del ayuntamiento encaminando nuestros pasos por la calle José Yáñez donde nos detendremos en su esquina con Eusebio Guadalix a contemplar un bello ejemplo de casona de estilo serrano construida por José Yáñez Arroyo, ingeniero de Vías y Obras de la Diputación Provincial de Madrid a quien debemos el abastecimiento de aguas al municipio y otras mejoras en sus infraestructuras. Esta que fue un día su casa es hoy sede de la Oficina de Turismo.
Continuando de frente por la calle Santa María nos topamos con la iglesia parroquial, bello edificio en el que se mezclan estilos. Es la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora un claro ejemplo del gótico tardío de la casa del Infantado repartido por los que fueran territorios del Real. Tras una pausada visita en la que podremos admirar sus bellas arquerías y crucerías de terceletes y la fidedigna copia del primitivo retablo mayor, del S.XVI.
Saldremos de la Iglesia bajando por la calle del Mercado para girar la primera a la derecha y adentrarnos en la plaza del Rollo en cuyo centro divisamos la estatua al Perrero, figura mítica del Miraflores de comienzos del S.XIX y que, según cuenta la leyenda, fue el protagonista de la huida de las tropas francesas acantonadas en la localidad al pertrecharse con cencerros a la espalda imitando la estampida de un rebaño de reses. De aquí nos dirigiremos bajando por la calle Eusebio Guadalix hacia la calle Mayor en donde nos encontraremos con la monumental estampa de la Fuente Nueva, construida en 1791, de distintos usos a lo largo de su historia y que fue usado como lavadero o abrevadero de bestias y ganado. Estas aguas nos rememoraran los versos del maestro Aleixandre "…y en una fuente que en el poblado había / -aún se ve su fecha: 1791-…" del poema Félix.
Continuando por la calle Mayor saldremos a la Carretera de Madrid y nos dirigiremos en dirección carretera de Rascafría por la cual pasearemos hasta su cruce con la calle Vicente Aleixandre la cual tomaremos para detenernos frente al nº 4 residencia durante largo años del Nobel de literatura Vicente Aleixandre quien fue fiel todos los veranos a su cita con Miraflores hasta el final de sus días y donde según el poeta tuvo otro renacimiento, este a la luz, a la vida consciente y a la poesía. Desandando nuestros pasos volveremos a la carretera de Rascafría e iremos hasta el Mirador de la Virgen para una vez allí recordar los pasos de aquel leñador al que escribiera nuestro poeta en aquellos versos que así decían: "…El camino hacia el puerto tiene unas blancas torres, / jardines. Son extraños al pueblo. …" del poema Figura del Leñador. Desde este mirador podemos contemplar la imponente Najarra aquella "…montaña inmensa, montón incalculable…" y el puerto de la Morcuera en lo alto, aquel "…que un boquete / abre y se da a otro llano, feraz ahora y diverso." del poema El pueblo.
Volvemos al centro urbano carretera abajo para adentrarnos en él por la calle Calvo Sotelo hasta la plaza del Álamo, donde la triste figura del un tronco muerto nos deja hacernos una idea de lo que fuera el impresionante Álamo que todo lo dominaba en este pueblo, "…único cielo de estos hombres." según el poeta, cuando en su ramas verdeaban aun las hojas. En esa misma plaza, un poco más abajo, nos detendremos ante el busto de Aleixandre erigido en 2008 tras el merecido homenaje al poeta que tuvo lugar en Miraflores de la Sierra, y con la imagen del poeta en nuestra retina y sus versos resonando aún en nuestra mente finalizaremos nuestra visita en cualquiera de los muchos y buenos establecimientos que Miraflores ofrece al visitante para saciar su sed y su hambre, esta vez literales que no literarias.
1. Ayto- Antiguas Escuelas
2. Casa de la Cultura
3. Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción
4. Plaza del Rollo (Perrero)
5. Fuente Nueva
6. Plaza del Álamo (Busto Vicente Aleixandre)
7. Villas de veraneo de "La Colonia"